lunes, 25 de noviembre de 2013

Cambios en el gabinete

Recambio de funcionarios



Los funcionarios que acompañan a un Ejecutivo –nacional, provincial, municipal- son transitorios por definición. Cada cambio dice cosas, que no necesariamente deben ser críticas de las/los que se van.
El ejercicio del poder desgasta a las personas, y su imagen –en especial cuando hay ruidos- pasa a formar parte de un paisaje cuyas expectativas sociales de cambio quedan demolidas. Los cambios traen nuevas expectativas.

El resultado electoral
Sin lugar a dudas que uno de los factores centrales por los que la presidenta Cristina Fernández resolvió cambios en sus equipos de gobierno fue la performance electoral.
Ya hemos analizado en éstas páginas lo sucedido el pasado 27 de octubre, que evidenció una caída en los votos respecto de 2011 pero la consolidación de un núcleo de un tercio del electorado frente a una oposición en archipiélagos. De los dos puntos tomó nota la Presidenta y actuó en consecuencia.

La exposición pública
La segunda razón central que explica los cambios que realizó Cristina Fernández es su estado de salud y las prescripciones médicas de moderar su ritmo de actividad.
No hay que explicar mucho que la Presidenta fue la principal –a veces única- vocera de su gobierno. Cadenas nacionales, actos públicos con mucho roce popular, viajes por el país y el mundo, entre otros. Todo ello regado con discursos que hunden el cuchillo hasta lo más profundo. Dueña de la agenda con el ejercicio de la acción y, además, la palabra.
Los cambios mas importantes en el gabinete tienen por finalidad ponerse dos laderos para mantener al rojo vivo ese esquema de la palabra. Ya se los vio en acción. Pero también quedo claro que ella no renuncia a mantener esa exposición pública y menos a gobernar.

¿Quién gobierna?
A los que sueñan con una gestión de la Presidenta en cama se les puede responder: sólo eso, sueñan. Cristina Fernández no renunciará al ejercicio del poder por más que descanse parcialmente la comunicación y la preparación de las decisiones en otros funcionarios. Cristina no descansa, gobierna.

Axel, el maccarteado
Axel Kicillof, que fuera la bestia negra de algunos medios y grupos económicos que llegaron a realizar prácticas de persecución ideológica  bastantes parecidas a las del senador estadounidense Joseph Mac Carthy en los 50 del siglo pasado, es un economista de los denominados heterodoxos.
La heterodoxia económica ha sido el manual del Kirchnerismo, única gestión que la adoptó desde el 83 para acá.
Pero primero que economista, Kicillof es un profesional comprometido con la política y especialmente comprometido con su pueblo desde su militancia universitaria en Tontos pero No Tanto. Engarza claramente en la concepción que se aplica desde el 2003, donde la conducción política define el rumbo económico.
En ese sentido, el equipo económico continuará la política económica innovadora. No es que nada cambiará, lo que no se debe esperar de ese equipo es los cambios que el establishment demanda y opera a través de sus voceros mediáticos. No habrá una devaluación que convalide el dólar ilegal, ni políticas de enfriamiento de la economía, tampoco es de esperarse las tradicionales medidas de ajuste que nos castigaron durante los ´80 y ´90, y menos la liberación del acceso al dólar o al ingreso indiscriminado de bienes importados.

Coqui
El segundo de los alfiles que Cristina Fernández ubicó en un lugar de importancia es Jorge Capitanich.
La faceta económica de Capitanich en los últimos años lo ponen en línea con el mundo K, conocidas son sus defensas teóricas de muchas medidas importantes como por ejemplo la consabida Resolución 125. El señalamiento permanente de su parte de las consistencias económicas del período político iniciado en 2003, incluso plasmado en libros, hace pensar en un buen tándem con Kicillof.
Pero lo de Capitanich en ésta etapa no será  principalmente la economía. El agrega al escenario el peso del territorio. El importante triunfo electoral del FpV el 27/10 en Chaco lo ubica frente al sistema político argentino como un referente indiscutible, y más aún en la coalición que gobierna. Seguramente el llevará mas el peso de la comunicación y el debate público, pero además la interlocución política cuando la Presidenta lo requiera.

Moreno
Si bien ésta nota propone pensar hacia adelante, me detengo pensar un poco hacia atrás.
Guillermo Moreno fue el ogro elegido para estigmatizar por parte del complejo multimediático el rol del Estado. Un Estado que todavía tienen debilidades muy grandes frente a las corporaciones y cuyos instrumentos necesarios tardan mas en diseñarse que lo esperado.
Fiel a cierta tilingueria que pone por delante las formas al fondo, la estigmatización funcionó. Y Moreno se transformó en el hombre malo, el viejo de la bolsa del gobierno. Poco importó su condición de cuadro político y que una gran parte de sus planteos tuvieran sustento. Todo lo que venga de ahí venía de un hombre malo.
Cometió errores, todos los cometemos. Pero fue un gran funcionario.

Nuestra aldea
Pensemos un poco en el Chaco frente a los cambios.
Nuestra Provincia no tiene futuro sin un proyecto nacional donde seamos protagonistas. Ese fue uno de los aciertos de Jorge Capitanich, incluir al Chaco en el proyecto desde 2007. No vamos a detallar acá los beneficios y los cambios derivados de esa decisión, pero fueron muchos y tantos otros están en marcha. En ese sentido la presencia del gobernador de licencia en la Jefatura de Gabinete no puede más que preanunciar buenas noticias para el Chaco.
Pero también las hay malas. Seguramente hay muchos militantes y dirigentes que están pensando como yo en la coalición del gobierno, pero mantienen silencio. No sé si el silencio es por respeto, precaución, cuidado de sus quintas o simplemente miedo.
Quisiera que los párrafos siguientes fueran errores de cálculo de mi parte, divagues  producto de una lectura equivocada de la realidad y del pasado reciente, una mirada sesgada sobre cierta dirigencia y su cerrazón política. Si pasa eso, si me equivoco, en 2015 estaré muy contento
El principal error de gestión de Capitanich en los últimos tiempos fue partir raudamente hacia Buenos Aires sin dejar enmarcada la gestión 2013/2015. Comprendió la importancia de la hora de su presencia en el Gobierno Nacional, pero descuidó su casa.
El gobierno que deja Capitanich tiene muchos defectos y errores,  y muchos puntos en tensión, incluso internos. Pero la historia reciente de su sucesor y su posicionamiento político frente a la coalición y el gobierno nacional no me hacen esperar buenas noticias.
Peor aún el posicionamiento del sucesor respecto a la seguridad, la protesta social, los recursos naturales –especialmente la tierra-  y el medio ambiente, la diversidad política, social y cultural  y la necesidad de democratización del Poder Judicial.
Un simple ejemplo de esto último, sólo para graficar. Capitanich se comprometió a no dejar impune la designación de jueces del Superior Tribunal de Justicia en violación a la constitución operada por los gobiernos anteriores, es cierto que hizo poco o con lentitud parecida a una tortuga. Pero su sucesor siempre resistió cualquier acción tendiente a poner en su lugar aquellas violaciones a la Constitución
Y casi ningún punto de tensión interno, por ideas,  habrá en el gobierno, porque el vicegobernador a cargo se distingue de su antecesor en no aceptar disensos.
En el mejor de los casos estaremos frente a un gobierno muy parecido al de Roy Nikisch. Y no es que comparta aquella lectura de “el Cobos de Capitanich”, para nada. Pero sólo una acción coordinada de los sectores mas aplomados del partido del gobierno y el propio Capitanich podría cambiar ese rumbo.
O, claro está y como se dijo, que éste columnista esté muy equivocado.


Publicado en Diario Primera Línea el 24/11/2013

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