Cuando las resistencias
ideológicas niegan los
aciertos económicos y sociales
Parece
una dicotomía,
pero los progresos económicos del país en los últimos 10 años
son reconocidos
en privado y en voz baja, pero negados públicamente y en voz
alta, incluso relegados
haciendo apelaciones a la corrupción o al INDEC.
Los
sectores populares
han recuperado terreno como nunca: empleo, convenciones
colectivas, protección
social, jubilaciones y acceso a derechos básicos. Pero también
las elites han
ganado, los sectores medios y altos se han beneficiado con el
proceso económico
pero resisten reconocer el cambio sustancial de nuestro país,
principalmente
por razones ideológicas.
Probablemente
la
explicación de esto último se encuentre en que se visualiza como
un proceso
popular donde han ganado mucho dinero, pero quisieran haber
ganado más o al
menos que los sectores populares no recuperasen el protagonismo
y nivel de
libertad que sienta las bases para un proceso liberador en serio
y que pone en
peligro el excesivo grado de concentración de poder que aún rige
los destinos
económicos de nuestro país.
Determinadas
elites
políticas y económicas han llegado al extremo de regodearse ante, por
ejemplo, un fallo de un
tribunal internacional que castiga a nuestro país –en EEUU o en
un lejano país
africano-. Incluso llegaron a relativizar una vieja bandera de
la que ya no
debería haber ninguna duda: Malvinas.
Tan
colonizados están
que luego del fracaso al que llevara a nuestro país las
políticas del FMI y el
Banco Mundial -padres de
las
privatizaciones y de la transferencia a manos privadas del
sistema jubilatorio,
dos ejemplos de la política económica predatoria- que hoy
tenemos a los
principales economistas sugiriendo volver a los “mercados
voluntarios” para
tomar créditos a muy bajas tasas. Créditos que pagaríamos, como
ya lo hicimos,
con condicionamientos a las decisiones políticas de quienes
deben ejercer con
el poder del soberano.
Tenazas
Una
operación de
tenaza pende sobre Argentina. Una operación que aprieta por
derecha y esgrime
una falsa mano izquierda. Todo para
que
pasen por ventanilla los sectores conservadores y elitistas, los
que “están
preparados” para gobernar, los que tienen las recetas listas
para “insertarnos
en el mundo”.
Un brutal
ejemplo de
esas tenazas es como se ha operado en los últimos días con los
anuncios de
medidas económicas del gobierno. Es que las medidas anunciadas
recogen con
generosidad algunas de las críticas de sectores gremiales,
empresariales y
profesionales hacían a la política tributaria. Cuando eso pasa,
Cristina
Fernández es demagoga, populista y electoralista, si no hubiese
tomado esas
medidas se la habría acusado de negarse a escuchar. Tenaza
perfecta.
Esas
tenazas a veces
son imperceptibles, operan como fuerzas contradictorias sobre
prácticamente
todas las decisiones del gobierno, pero su finalidad es una:
limarlo y
debilitar al máximo el ejercicio del poder político.
Globalización financiera y
crisis internacional
Por
derecha se
demandan políticas de inserción en el sistema internacional que
nos expulsó y
nos expolió, y la otra mano de la tenaza acusa de entrega del
patrimonio.
El mundo
se encuentra
en una profunda crisis desde el 2008. La crisis la causaron los
mismos que se
amamantaron de nuestras riquezas durante más
de cinco siglos, o lo peor de ellos. El sistema capitalista se
encuentra
dominado por un pequeño sector, el financiero. Ese sector vía la
liberalización
de los flujos de capitales y el control de las bancas centrales
ha creado
instrumentos para concentrar y expoliar al resto del mundo. Sin
embargo, ni el
tamaño de la crisis ni la imposibilidad de resolverla en el
corto plazo han
mellado el poder mundial de éste sector, que controla no sólo
mediante la
designación de los principales gestores políticos y económicos
sino también con
una hegemonía en el discurso.
Nuestro
país enfrenta
a esos poderes en nuestro territorio. Cuando se desarrollan
políticas independientes
frente a ese poder financiero, por ejemplo, modificando la Carta
Orgánica del
BCRA, el brazo derecho se embandera en
las
instituciones, y el otro brazo de de la tenaza se hace el
distraído.
Los buitres, la deuda
Lo peor
de ese sistema
rentístico que gobierna el mundo son los fondos buitres, que no
ya conformes
con cobrar tasas usurarias y condicionar la política económica
compran las
deudas por centavos para obtener exorbitantes rentas. ¿Qué pasa
que no existe
un repudio unánime a los buitres? ¿Acaso alguien cree que el
triunfo de ellos
puede conllevar un triunfo parcial de su sector por sobre el
kirchnerismo?
Es
cierto, la deuda
tiene en su conformación un origen corrupto. La dictadura la
contrajo con fines
de robo y dependencia y los sucesivos gobiernos la engordaron.
Por derecha no
le perdonan a nuestro país desligarse de sus compromisos
internacionales, peor
aún desligarse cumpliendo en términos mas que aceptables en
relación a la
historia económica. Cuando ese argumento no se puede sostener
públicamente
aparece la tenaza falaz de acusar de pagar a los acreedores a
costa del pueblo.
La economía
Cualquier
indicador,
prometo no aburrir, muestra un comportamiento positivo de la
actividad
económica en los últimos años. No lo es para todos, esa es una
deuda, pero es
para una inmensa mayoría.
Pero en
esta materia
la tenaza es muy cruel. A caballo de las razonables y justas
demandas populares
de mejoramiento de sus condiciones de vida propugnan exenciones
impositivas,
82% móviles, etc. etc., pero acumulan para los que vendrán por
el ajuste. Peor
aún, despliegan la economía del miedo anunciando grandes
cataclismos con la
finalidad de demorar o suspender decisiones de inversión del
empresariado
local.
El sistema jubilatorio
El mejor
nivel de
cobertura de la historia y el mayor de Latinoamérica, 95% de los
adultos
mayores. Un sistema de ajuste objetivo y no discrecional que ha
superado
cualquier estimación de desvalorización de la moneda,
multiplicando por casi 4
veces los haberes jubilatorios desde su implementación en 2009.
Un fondo de
estabilización que tiene acumulados 1,3 de haberes jubilatorios.
Si alguien
mira una foto del sistema en cualquier día de los últimos 30
años no podría
creer el avance histórico.
Grandes
avances que
algunos critican por ser demasiado dadivoso y otros por no serlo. Todos
tiran ideas para
desfinanciarlo.
La red de protección social
Con la
Asignación
Universal por Hijo y la Asignación por Embarazo como columnas
vertebrales y una
serie de subsidios de protección social que pretenden la
inclusión y la
formación educativa y laboral de argentinas y argentinos, los
subsidios a los
sectores populares, “planes” en la jerga despectiva, son la
bestia negra.
“Hay que
terminar con
los planes” dice un comerciante de Resistencia cuyos ingresos
provienen de la
cadena de comercialización en cuya punta están…beneficiarios de
los planes.
No va a haber seguridad,
tranquilidad ni paz
social hasta que el último ciudadano tenga un trabajo digno.
Mientras lo
esperamos y generamos las condiciones para ello la red social
ayuda a mantener
los equilibrios. Acá la otra mano de la tenaza se organiza para
administrar los
planes.
La inflación
El brazo
derecho de la
tenaza, el que seguramente va a gobernar si el kirchnerismo es
derrotado, propone
esas viejas recetas: enfriar la economía, subir las tasas de
interés, reducir
la emisión monetaria, achicar el gasto público. O sea, ajuste.
El otro
brazo adopta una
posición instrumental, critica al INDEC y propone instrumentos
de medición,
como si el problema fuera medir.
Ninguno
de los dos
brazos se mete con la madre del borrego: la concentración
económica. Ese poder
en extremo difícil de combatir, por eso la tenaza se alía a él.
Es aquí donde
se nota que el poder político no es el poder real de un país,
podría serlo si
gana varias batallas, pero no lo es.
El
gobierno nacional
no consiente el incremento de precios, despliega las mejores
fuerzas
disponibles. Negociación colectiva para que los trabajadores
mantengan la puja
distributiva viva y
presión tributaria
para garantizar financiamiento social de los que están fuera del
sistema.
Década ganada
Íntimamente
(casi)
todas y todos lo saben.
Para algunos es
difícil reconocerlo. Desde donde venimos y como está el mundo,
éste es un buen
lugar. Es cierto, muchos queremos otro mejor y mas justo. Pero
los menos esperan
agazapados y quieren otro lugar, mas injusto.
Publicado en el Diario primera Línea del 22/09/2013
Publicado en el Diario primera Línea del 22/09/2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario