domingo, 22 de septiembre de 2013

Tenazas

Cuando las resistencias ideológicas niegan los aciertos económicos y sociales


Parece una dicotomía, pero los progresos económicos del país en los últimos 10 años son reconocidos en privado y en voz baja, pero negados públicamente y en voz alta, incluso relegados haciendo apelaciones a la corrupción o al INDEC.
Los sectores populares han recuperado terreno como nunca: empleo, convenciones colectivas, protección social, jubilaciones y acceso a derechos básicos. Pero también las elites han ganado, los sectores medios y altos se han beneficiado con el proceso económico pero resisten reconocer el cambio sustancial de nuestro país, principalmente por razones ideológicas.
Probablemente la explicación de esto último se encuentre en que se visualiza como un proceso popular donde han ganado mucho dinero, pero quisieran haber ganado más o al menos que los sectores populares no recuperasen el protagonismo y nivel de libertad que sienta las bases para un proceso liberador en serio y que pone en peligro el excesivo grado de concentración de poder que aún rige los destinos económicos de nuestro país.
Determinadas elites políticas y económicas han llegado al extremo de  regodearse ante, por ejemplo, un fallo de un tribunal internacional que castiga a nuestro país –en EEUU o en un lejano país africano-. Incluso llegaron a relativizar una vieja bandera de la que ya no debería haber ninguna duda: Malvinas.
Tan colonizados están que luego del fracaso al que llevara a nuestro país las políticas del FMI y el Banco Mundial  -padres de las privatizaciones y de la transferencia a manos privadas del sistema jubilatorio, dos ejemplos de la política económica predatoria- que hoy tenemos a los principales economistas sugiriendo volver a los “mercados voluntarios” para tomar créditos a muy bajas tasas. Créditos que pagaríamos, como ya lo hicimos, con condicionamientos a las decisiones políticas de quienes deben ejercer con el poder del soberano.

Tenazas
Una operación de tenaza pende sobre Argentina. Una operación que aprieta por derecha y esgrime una falsa mano izquierda. Todo  para que pasen por ventanilla los sectores conservadores y elitistas, los que “están preparados” para gobernar, los que tienen las recetas listas para “insertarnos en el mundo”.
Un brutal ejemplo de esas tenazas es como se ha operado en los últimos días con los anuncios de medidas económicas del gobierno. Es que las medidas anunciadas recogen con generosidad algunas de las críticas de sectores gremiales, empresariales y profesionales hacían a la política tributaria. Cuando eso pasa, Cristina Fernández es demagoga, populista y electoralista, si no hubiese tomado esas medidas se la habría acusado de negarse a escuchar. Tenaza perfecta.
Esas tenazas a veces son imperceptibles, operan como fuerzas contradictorias sobre prácticamente todas las decisiones del gobierno, pero su finalidad es una: limarlo y debilitar al máximo el ejercicio del poder político.

Globalización financiera y crisis internacional
Por derecha se demandan políticas de inserción en el sistema internacional que nos expulsó y nos expolió, y la otra mano de la tenaza acusa de entrega del patrimonio.
El mundo se encuentra en una profunda crisis desde el 2008. La crisis la causaron los mismos que  se amamantaron de nuestras riquezas durante más de cinco siglos, o lo peor de ellos. El sistema capitalista se encuentra dominado por un pequeño sector, el financiero. Ese sector vía la liberalización de los flujos de capitales y el control de las bancas centrales ha creado instrumentos para concentrar y expoliar al resto del mundo. Sin embargo, ni el tamaño de la crisis ni la imposibilidad de resolverla en el corto plazo han mellado el poder mundial de éste sector, que controla no sólo mediante la designación de los principales gestores políticos y económicos sino también con una hegemonía en el discurso.
Nuestro país enfrenta a esos poderes en nuestro territorio. Cuando se desarrollan políticas independientes frente a ese poder financiero, por ejemplo, modificando la Carta Orgánica del BCRA,  el  brazo derecho se embandera en las instituciones, y el otro brazo de de la tenaza se hace el distraído.

Los buitres, la deuda
Lo peor de ese sistema rentístico que gobierna el mundo son los fondos buitres, que no ya conformes con cobrar tasas usurarias y condicionar la política económica compran las deudas por centavos para obtener exorbitantes rentas. ¿Qué pasa que no existe un repudio unánime a los buitres? ¿Acaso alguien cree que el triunfo de ellos puede conllevar un triunfo parcial de su sector por sobre el kirchnerismo?
Es cierto, la deuda tiene en su conformación un origen corrupto. La dictadura la contrajo con fines de robo y dependencia y los sucesivos gobiernos la engordaron. Por derecha no le perdonan a nuestro país desligarse de sus compromisos internacionales, peor aún desligarse cumpliendo en términos mas que aceptables en relación a la historia económica. Cuando ese argumento no se puede sostener públicamente aparece la tenaza falaz de acusar de pagar a los acreedores a costa del pueblo.

La economía
Cualquier indicador, prometo no aburrir, muestra un comportamiento positivo de la actividad económica en los últimos años. No lo es para todos, esa es una deuda, pero es para una inmensa mayoría.
Pero en esta materia la tenaza es muy cruel. A caballo de las razonables y justas demandas populares de mejoramiento de sus condiciones de vida propugnan exenciones impositivas, 82% móviles, etc. etc., pero acumulan para los que vendrán por el ajuste. Peor aún, despliegan la economía del miedo anunciando grandes cataclismos con la finalidad de demorar o suspender decisiones de inversión del empresariado local.

El sistema jubilatorio
El mejor nivel de cobertura de la historia y el mayor de Latinoamérica, 95% de los adultos mayores. Un sistema de ajuste objetivo y no discrecional que ha superado cualquier estimación de desvalorización de la moneda, multiplicando por casi 4 veces los haberes jubilatorios desde su implementación en 2009. Un fondo de estabilización que tiene acumulados 1,3 de haberes jubilatorios. Si alguien mira una foto del sistema en cualquier día de los últimos 30 años no podría creer el avance histórico.
Grandes avances que algunos critican por ser demasiado dadivoso  y otros por no serlo. Todos tiran ideas para desfinanciarlo.

La red de protección social
Con la Asignación Universal por Hijo y la Asignación por Embarazo como columnas vertebrales y una serie de subsidios de protección social que pretenden la inclusión y la formación educativa y laboral de argentinas y argentinos, los subsidios a los sectores populares, “planes” en la jerga despectiva, son la bestia negra.
“Hay que terminar con los planes” dice un comerciante de Resistencia cuyos ingresos provienen de la cadena de comercialización en cuya punta están…beneficiarios de los planes.
 No va a haber seguridad, tranquilidad ni paz social hasta que el último ciudadano tenga un trabajo digno. Mientras lo esperamos y generamos las condiciones para ello la red social ayuda a mantener los equilibrios. Acá la otra mano de la tenaza se organiza para administrar los planes.

La inflación
El brazo derecho de la tenaza, el que seguramente va a gobernar si el kirchnerismo es derrotado, propone esas viejas recetas: enfriar la economía, subir las tasas de interés, reducir la emisión monetaria, achicar el gasto público. O sea, ajuste.
El otro brazo adopta una posición instrumental, critica al INDEC y propone instrumentos de medición, como si el problema fuera medir.
Ninguno de los dos brazos se mete con la madre del borrego: la concentración económica. Ese poder en extremo difícil de combatir, por eso la tenaza se alía a él. Es aquí donde se nota que el poder político no es el poder real de un país, podría serlo si gana varias batallas, pero no lo es.
El gobierno nacional no consiente el incremento de precios, despliega las mejores fuerzas disponibles. Negociación colectiva para que los trabajadores mantengan la puja distributiva viva  y presión tributaria para garantizar financiamiento social de los que están fuera del sistema.

Década ganada
Íntimamente (casi) todas y todos  lo saben. Para algunos es difícil reconocerlo. Desde donde venimos y como está el mundo, éste es un buen lugar. Es cierto, muchos queremos otro mejor y mas justo. Pero los menos esperan agazapados y quieren otro lugar, mas injusto.

Publicado en el Diario primera Línea del 22/09/2013

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