INTELIGENCIA
María José Sarmiento, quien en tiempo record aceptó dos medidas cautelares contra los decretos presidenciales que crearon el Fondo del Bicentenario y removieron de la presidencia del Banco Central a Martín Redrado, desapareció de los lugares que solía frecuentar, por lo que el Poder Ejecutivo anoche no podía apelar ambas medidas, pese a que como jueza de feria debería haber estado en su despacho. Si todo lo sucedido parece una operación de Inteligencia, no es por casualidad. El padre de la jueza es el teniente coronel Luis Sarmiento, quien durante la dictadura militar revistó en la Secretaría de Inteligencia del Estado. En 1982 fue delegado de la SIDE en la Sudáfrica del apartheid. Su representante legal en la SIDE era su colega Eduardo San Emeterio, otro oficial del Ejército, que a principios de la década de los ’60 cursó la Escuela de las Américas y la Escuela Superior de Guerra de Francia, cuna de la doctrina de la guerra contrarrevolucionaria. Su hijo homónimo es un ex liceísta que defiende a la mayoría de los acusados por la masacre de Margarita Belén, a Luciano Benjamín Menéndez y a Cecilia Pando.
La jueza Sarmiento es reaccionaria, una representante de trogloditas del proceso, pero así se ve quién está detrás del intento de tumbar a Cristina: los sectores reaccionarios de derecha que ya se habían agrupado con los agrogarcas, ahora andan haciendo zancadillas en vericuetos judiciales.
ResponderEliminar