domingo, 23 de mayo de 2010

Carta a Don Rozas


Estos días Angel Rozas, ex gobernador de la Provincia del Chaco, aparentemente enojado por su caída libre en la consideración popular dedicó en forma personal (no solo a mí) algunos exabruptos. Se pueden leer acá y acá.
A continuación una respuesta.


El fin del proyecto político de amigotes


Que lástima Don Angel Rozas, éste final. Bajada en tobogán luego de subir por escalera.
Qué lástima usted que pintaba de la nueva política, que pintaba para estadista. Terminar su carrera insultando, a los gritos por el tobogán.
Es cierto Don Rozas, éste militante ocupó varios cargos en su gobierno. No todos lo que usted cuenta, parece que falla la memoria. Pero es cierto, nuestro humilde y pequeño Partido, construcción militante ladrillo a ladrillo confió en usted para frenar el menemismo en la Provincia del Chaco. Sumó sus votos para que usted y su proyecto llegarán al poder.
Parece que le sirvió: acuérdese de la tapa del diario del día después de las elecciones donde fue consagrado gobernador que exhibía con orgullo en la residencia gubernamental. En un cuadro tenía usted esa tapa, la alianza UCR -FREPASO se impuso, o algo así, y contaba la sumatoria de sus votos con los nuestros que le permitieron llegar al poder.
Y sí, muchos compañeros del Frente Grande ocupamos espacios de gobierno. Defendimos ese proyecto honestamente, nos costó explicar porqué estábamos allí y no poder explicar algunas de sus medidas impopulares. Pero nunca fuimos chupamedias, como los que están ahora al lado suyo buscando el calor de su apoyo.
Disculpe Don Rozas, yo y mis compañeros creíamos que éramos funcionarios de un proyecto político, no que comíamos de sus manos como hoy dice en los actos con aires de patrón de estancia. Sigo pensando eso a pesar de su enfático discurso con fines disciplinadores.
Probablemente en esa concepción, en la de pensar que todos comíamos de sus manos, radicó el fracaso de ese proyecto político –la Alianza- que supo enamorar a la mayoría popular. Al fin no era un proyecto político popular colectivo, como el Frente Grande pensaba y quería, era un proyecto personal o a lo sumo un proyecto político de amigotes.
Sus discursos de tobogán lo pintan mejor que cuando subía la escalera, sabía ser de centroizquierda cuando el poder estaba en manos de la derecha. Cuando asumió un proyecto popular perdió la brújula Don Rozas. La perdió el 25 de mayo de 2.003 y definitivamente el 16 de septiembre de 2.007.
Un ejemplo Don Rozas, hablar despectivamente a sus militantes de la política de derechos humanos, de los juicios a los responsables de la dictadura cívico-militar que impulsa el actual gobierno. No sea gorila Don Rozas, los juicios no son fáciles y usted lo sabe porque lo vio hocicar a De La Rua ante el poder económico para garantizar impunidad, y también a Alfonsín que impulsó el juicio a las juntas pero también las leyes de impunidad posteriores. La UCR tiene muchas responsabilidades en la consagración de la impunidad.
Y sí Don Rozas, el Foro por la Justicia Independiente contra el que usted arremete y critica tuvo que ver con su caída. Chaqueñas y chaqueños hastiados de una justicia injusta apoyaron un nuevo gobierno con la esperanza de terminar con eso. Es cierto que el avance es lento pero en los próximos días, con el voto de los legisladores oficialistas y –probablemente con algunos radicales- terminaremos con el enchastre que su proyecto de amigotes hizo con el Amparo.
Tardamos en darnos cuenta de nuestro probable error. Digo probable Don Rozas porque el Frente Grande contribuyó a que no gane el menemismo en la Provincia, aunque –lamentablemente- se sentaron las bases de otro proyecto hegemónico: el suyo y el de sus amigotes. Pero cuando nos dimos cuenta, no dudamos.
Don Rozas, traidores dicen los mafiosos. En todo caso el Frente Grande enfrentó la dicotomía del camino que se bifurca: el proyecto político de los amigotes o el pueblo. En ese caso, Don Rozas, prefiero que usted y sus amigotes me digan traidor.
Entiendo que salga a defender a la ex presidenta de la Cámara, esa gestión fue un tributo a usted. Muchas de las decisiones administrativas tienen el sello de ese proyecto de amigotes que reparte recursos a los fieles y adulones.
Así es Don Rozas, nuestros caminos se bifurcaron y usted sigue gastando tiempo en denostar a quienes abrazamos un proyecto político diferente. Que mal fin. Me parece que usted se está perdiendo la oportunidad de irse con dignidad y evitar el hundimiento definitivo de su centenario partido.
Su desempeño es un mal ejemplo para la dirigencia, mal perdedor y empobrecedor del debate. Aunque el trayecto recorrido desde 1995 a 2010 es una lección para la política: no se trata de construir liderazgos indestructibles que endiosan personas, se trata de construir proyectos políticos con el oído y el corazón en el pueblo. Valga la lección.

La foto es de acá, se lo ve a Rozas de festejo en el acto de su línea interna "obsecuencia"

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